No pude evitar sentirme importante y -si se me permite decirlo- tan amado aquella noche.
Me fue difícil creer que yo era la razón de que tu corazón palpitase tan rápido.
Me sentía como nunca antes me había sentido.
Y de algún modo supe que debía corresponder a tus palabras...
Sabía que hubiese tenido que explicarte todo lo que sentía.
Pero en su lugar te tomé del rostro, te besé y dejé que el tiempo corriera...
Esa noche, descubrí la felicidad.
Descubrí que en éste mundo cruel, también puede existir la ternura~
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